Son muchos los sentimientos que se generan en las personas al momento de hablar de bitcoin, hay quienes la defienden y consideran la mejor alternativa que jamás habían podido crear, también hay otros que son detractores empedernidos, que atacan y crucifican todas las actividades referente a esta.
Es normal escuchar comentarios que aseguran que esta criptomoneda es únicamente una burbuja que algún día explotará o incluso otros más subidos de tono como el del Presidente de JPMorgan, uno de los principales bancos de Estados Unidos, Jamie Dimon que aseguró que esta no es más que un fraude.
Estas actitudes más que reflejar un cierto desmerito a la criptodivisa deja entrever algo más, miedo. Gobiernos como los de China han desarrollado mil y una estrategias en contra del bitcoin, recalcando el carácter fraudulento de esta, sin embargo esto va más allá, bitcoin y en general todos los criptoactivos otorgan libertad a sus usuarios, transacciones anónimas y seguras y posibilidad de realizar intercambios sin ningún tipo de restricción son solo ejemplos del porqué estos gobiernos tienen miedo.
Los gobiernos han perdido el control, y qué asusta más a un gobernante que perder su capacidad de imponer orden, ellos saben que esta moneda puede llegar a acabar todas las hegemonías desarrolladas antiguamente y que en el peor de los casos podrían debilitarlos por completo.
Pero esto no solo se ve en el ámbito político, por ejemplo en el económico millones de empresas que funcionan y viven gracias a las monedas tradicionales desarrollan estrategias en contra del bitcoin y es entendible, su core está siendo amenazado, qué sería de estas compañías si su razón de ser desaparece, pero por el contrario en vez de mostrar una actitud de pelea deberían estar a la vanguardia, no luchar contra la modernidad y más si ve que cada día se instaura más en la vida de las personas, como dice el popular dicho: “si no puede con su enemigo, únase a él”.
Retomando las palabras de Jaime Dimon, “bitcoin no es más que un fraude… eso sencillamente no va a terminar bien, la moneda digital va a morir en algún momento”. Estas palabras retumbaron muy fuertemente en el ecosistema de los criptoactivos, sumándole la incertidumbre generada por China que hicieron que el precio del bitcoin cayera considerablemente. Sin embargo estas palabras llaman más la atención cuando días después estas declaraciones, se supo que su Compañía había adquirido acciones en exchange, será que todo esto se trató de una mera estrategia para generar incertidumbre, logrando que el precio bajara y pudieran adquirir más, o en verdad su CEO se dio cuenta que no debe seguir remando contra la corriente y debe pensar por fuera de la caja.
Lo cierto es que la criptomoneda madre no se da por vencida y sale victoriosa ante cualquier obstáculo que se le presenta, bitcoin no es la moneda del futuro, es la moneda del ahora, esta ha puesto a temblar a todas las industrias que se creían invencibles, devolvió el poder a los usuarios y no piensan dejárselo arrebatar de nuevo. No existe formula ni bola mágica que permita asegurar el futuro de los criptoactivos, por ahora no queda más que disfrutar el presente y las diversas posibilidades que estas ofrecen y si considera que son fraudulentas, ¿cómo calificaría los diversos impuestos inventados y los cobros excesivos que le hacen en su banco?